Por probar no pasa nada.

Busco imperfecta que perfeccione mi vida. Mis imperfecciones se encargaran de perfeccionarle a ella. Hoy voy en un bus rodeado de gente, mirándole de reojo a la desconocida del asiento de al lado. Es una verdadera preciosidad. Hace calor, lleva puesta una fina camiseta de tirantes que me permite ver la redondez desnuda de sus pequeños pechos. Justo en el limite de su piel y la tela de la blusa nacen unos grandes y puntiagudos pezones que al no llevar sujetador agitan mi espiración y acaparan toda mi atención., mi polla se pone muy dura y oprime mi ropa. Me echo la chaqueta sobre las piernas y suelto nervioso mi bragueta. Esta más gorda de lo que pensaba y le descubro a mi compañera de asiento, mordiéndose el labio lascivamente, con los ojos muy abiertos y sin parpadear mirando mi polla tiesa.