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La primera vez que me ofrecieron dinero por follar flipé en colores La segunda me lo tomé a coña marinera La tercera, me planteé meterme a puta, pero soy demasiado niña buena y niña bien para eso y en mi familia sería más aún la oveja negra. Así que soy señora en la calle pero un zorrón entre sábanas, eso sí por ser tu gratis
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