Hay que crecer

Soy un toscanaccio venido de la parte más vulgar e irreverente de la región: Livorno. Mi abuelo y mi padre tenían una tienda de carpintería, así que crecí en aserrín, agua de mar y pinturas al óleo porque "il mi papbo" es un verdadero macchiaiolo. Desde que era niño, cultivé las pasiones de la escritura, la pesca submarina y el esquí. Pero las responsabilidades y contingencias de la vida a menudo llevan a dejarlos de lado para cosas más importantes. Mientras tanto, participo en una competencia de poesía y escritura. Gano algunos premios y termino en la Antología de los autores italianos del Club degli Autori con una de mis poesías. Después de la escuela secundaria, he sido representante durante muchos años y tengo la oportunidad de aprender algunos idiomas extranjeros, entonces en 2010 viene el punto de inflexión. Un terremoto terrible golpea el país de Haití y después de un tiempo decido ir allí para ayudar. Será una experiencia que cambiará mi vida y arruinará mi sentido de prioridad. Poco después dejo mi

Conocer diferentes formas de ver la vida y las cosas. Siempre considero que aprender y crecer es parte de uno mismo.