Pero cuando no estoy en la cama

Lo repetitivo y predecible cansa. Soy de todo menos predecible. En la cama tengo el control, y lo último que podrías esperar de mi son caricias suaves y sexo convencional. Pero cuando no estoy en la cama, soy atento, cariñoso, no dejo de abrazar. Es ese contraste entre ser un tipo duro y sensible, agresivo y dulce. Soy un huracán de energía masculina que no sabes si te va a destruir o te elevará al séptimo cielo. Me gusta la dominación y deseo ser tu grey durante horas.