Me gusta mi cocina, estar medio desnuda y que los vecinos de el frente me pillen

Estaba cocinando para mi chico que estaba hambriento, venía de vez en vez a rebuscar en la nevera, algo que comer, mientras yo preparaba el menú. En una de esas, se acercó a mí por detrás y comenzó a meterme mano, acariciando mis muslos, mis nalgas, mis tetas ricas y mi rajita, besándome el cuello mientras yo picaba pimiento. Por la excitación meneaba mis caderas, mientras me iba espatarrando lentamente para facilitarle el acceso a mis partes íntimas. Apartando mi tanguita me clavó su polla en el coñito, hasta topar con sus huevos. Me la metió y la saco duro y profundo, mientras yo con el cuchillo en una mano y una zanahoria en la otra que intentaba trocear y que no conseguía pues el placer que su enorme rabo me producía me obligaba a cerrar los ojos y respirar agitadamente.