Una vez que llovía a cantaros

Son las 10 de la noche, llueve a cantaros, mi amante de turno y yo corremos para resguardarnos de la lluvia, cuando pasamos por la plaza ya mojados, me senté en una de las sillas, él hace lo mismo y nos reímos juntos. Eres capaz de chuparme la polla aquí? Soy capaz de eso y más. Se la saco, me arrodille y la metí en mi boca y empecé a chupárselo, en ese sitio donde cualquiera que pasara por ahí nos podía ver. él estiró sus brazos y me bajo el short, con el culo paradito al aire bajo la lluvia, me dijo, quédate ahí, apóyate en la banca y alza el culote lo voy a meter, me acomoda la cabeza de la polla en el anito que se mojaba con la lluvia y me fue penetrando lentamente, cuando hubo metido la cabeza me la clavó de un solo que me hizo gritar de dolor y placer, se corrió solo cuando yo me había corrido 2 veces, nos fuimos conversando a casa, me fui al baño a sacarme la ropa mojada y lavarme la leche que se me salía del culo entre las nalgas