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Ante esa afirmación todavía hoy muchos tienen una mirada acusadora, sus ojos se vuelven grandes como si se le salieran de sus órbitas, otras veces tenemos la sensación de ver un gran signo de interrogación; las respuestas ante una afirmación como esta, son varias, las más comunes son -Él está de trampa-, la otra, no menos inquisidora y con un leve deseo de querer que una se sienta culpable es -¿como podés ser la otra?-; no falta aquella que no te dicen en la cara, pero que, si la piensan -es que una, es una destruye hogares- porque claro si Una es la Otra, es la culpable pero Él no tiene nada que ver en este tema de ser Amantes.Yo soy la protagonista
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